El dinero cuántico es un tipo de divisa de imposible falsificación, ya que al intentar leer su número de serie constituido por subpartículas fotónicas o cuánticas, lo alteraría inmediatamente, y su copiado sería también de imposible factibilidad material debido al teorema de no clonación de estados cuánticos.

La primera propuesta de un esquema de dinero cuántico fue realizada por el físico, estadounidense israelí, Stephen Wiesner alrededor de 1970, aunque este artículo pionero y revolucionario permaneció sin publicar hasta el año 1983.

El esquema de dinero cuántico de Stephen Wiesner fue publicado por primera vez en el año 1983, y treinta años más tarde, en el año 2013, se llevó a cabo una prueba formal de seguridad, usando las técnicas de la programación semidefinida.

Ello tiene dos consecuencias prácticas, primero debido al teorema de no clonación de estados cuánticos, el dinero cuántico resulta infalsificable; y en segundo orden de ideas, posee un claro impacto en las comunicaciones electrónicas, ya que, si alguien quiere leer un mensaje encriptado cuánticamente, el mensaje o información se alteraría inmediatamente, impidiendo el acceso a la información y revelando el intento de intrusión o acceso ilegítimo.

Hasta el momento, la implementación del dinero cuántico no es práctico con la actual tecnología, ya que los billetes requieren almacenar los estados cuánticos en una memoria cuántica. Las memorias cuánticas actualmente pueden almacenar los estados cuánticos sólo por un muy corto período de tiempo.

Sin embargo, los Estados Unidos de América y la República Popular de China se ven enfrentados en una carrera por la supremacía cuántica; a los fines de ver cual superpotencia alcanza un sistema computacional cuántico operativo.