No solo de los bonos del Tesoro y las tasas de interés vive el precio de bitcoin. Existen otros factores fundamentales que sugieren un escenario alcista para esta moneda digital en lo que resta de 2024 y, quizás, gran parte de 2025.
Uno de los principales catalizadores es el halving de bitcoin, que ocurrió hace seis meses. Esta reducción a la mitad de las recompensas por bloque históricamente ha sido un punto de inflexión para los ciclos alcistas de bitcoin. Tras cada halving, el suministro de nuevos bitcoins que entran al mercado disminuye, lo que provoca una presión al alza en el precio debido a la menor oferta y la creciente demanda. Si revisamos los ciclos anteriores, como el de 2016 o 2020, cada halving marcó el inicio de un rally de precios que atrajo a miles de nuevos inversionistas, y las expectativas para este ciclo no son diferentes. Históricamente, el gran ciclo alcista comienza unos seis meses después del halving, lo cual se cumpliría este octubre.
Además, este ciclo es diferente pues los ETF de bitcoin al contado en Estados Unidos (principal potencia financiera a nivel mundial) ya son una realidad, tal como reportó CriptoNoticias en enero de 2024. El lanzamiento de estos fondos cotizados en bolsa facilita a los grandes inversionistas institucionales, como fondos de pensiones y grandes gestoras de activos, tener acceso a bitcoin sin necesidad de comprar directamente la moneda digital.
Por otro lado, empresas como MicroStrategy también están dando pasos significativos en la adopción corporativa de bitcoin como reserva de valor. La compañía, dirigida por Michael Saylor, ya posee más de 250.000 BTC en su balance, convirtiéndose en uno de los ejemplos más visibles de cómo las empresas están empezando a tratar a bitcoin como un activo estratégico a largo plazo.
MicroStrategy no es la única; otras grandes empresas, como Tesla, han experimentado con tener bitcoin en sus balances, lo que fortalece la percepción de que bitcoin es una cobertura efectiva contra la inflación y las fluctuaciones del dólar.