Entre los factores que pueden afectar a la moneda de Ripple, se encuentra la proliferación de criptomonedas, lo que ha generado un panorama competitivo donde XRP lucha por diferenciarse (y, por el momento, parece no estarlo logrando).

A pesar de los esfuerzos de Ripple, XRP no ha logrado establecerse como una opción de pago ampliamente aceptada, teniendo en cuenta que esta es una de las premisas de la criptomoneda: su utilidad en pagos transfronterizos.

La competencia de otras criptomonedas, sobre todo de las stablecoins como Tether (USDT) y USDC, probablemente limite su adopción y uso para pagos.

Además, soluciones como la red Lightning de Bitcoin han reducido la necesidad de una criptomoneda como XRP para facilitar transacciones rápidas y de bajo costo.