Los analistas NYDIG, a la vez, remarcan que la narrativa de BTC como “oro digital” se opone a la de ETH como “petróleo digital”. “Parece no resonar tanto entre los inversionistas tradicionales, al menos si los flujos hacia los ETF son un indicio”, indicaron.
Esta comparación se debe a que ETH es visto como una fuente de energía o combustible en el ecosistema de las criptomonedas, así como lo es el petróleo para muchas actividades económicas a nivel global.
Ether es el combustible para ejecutar transacciones, aplicaciones y contratos inteligentes dentro de la red Ethereum
Sin embargo, esta narrativa no se trasladó hasta los fondos cotizados en bolsa de ETH en Estados Unidos.
Desde su lanzamiento en julio de 2024, estos ETF registraron salidas de dinero por más de 500 millones de dólares.
Es importante señalar que al momento de publicación de esta nota, el precio de ether es de 2.790 dólares, un 42% por debajo del máximo histórico que marcó el 16 de noviembre de 2021.
Otra cuestión a tener en cuenta es el efecto inflacionario que causó la actualización de Dencun de la red Ethereum. Con su aparición, se introdujo almacenamiento temporal de datos en las segundas capas o L2 de Ethereum, donde las tarifas de comisión por transacciones son más económicas.
Lo que ocurre es que si la demanda se traslada a la capa 2, se reduce la presión de compra de ETH ya que menos usuarios necesitan ese activo para pagar las tarifas de gas.
Si no hay un aumento correspondiente en la demanda, se genera una presión bajista sobre el precio del activo. Cabe recordar que, a diferencia de BTC, ether no tiene un suministro limitado.