El mundo se prepara para que en pocos días Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos. Y con ello crecen las expectativas entre los miembros de la comunidad bitcoiner de que comience una nueva etapa con una regulación favorable para el desarrollo del sector.
Las promesas de Trump apuntan a crear en su país una especie de paraíso para las criptomonedas, con el cual asegura que va a convertir a EE. UU. en un hub de Bitcoin.
Si las cosas ocurren de esa manera, el país del norte no solo se convertiría en un centro de atracción para empresarios y amantes de las criptomonedas, sino que entraría en competencia con otras jurisdicciones conocidas por sus regulaciones amigables con el ecosistema. Y una de ellas es justamente El Salvador.
De ahí que haya preocupación por las formas en que la presidencia de Trump puede afectar la estrategia bitcoiner desplegada por Nayib Bukele en el país centroamericano. Esto, partiendo de la idea de que el triunfo de Trump hasta ahora ha sido favorable para el plan de Bukele.
Se destaca cómo el rally alcista, que cobró impulso el pasado fin de año con la victoria de Trump -y que hizo que la moneda digital se cotizara por encima de los USD 100.000- hizo crecer el tesoro en BTC de El Salvador.
Tal como informó CriptoNoticias, las ganancias no realizadas por las compras del gobierno salvadoreño se dispararon en más 130%.
Se observa así -en primera instancia- que la postura pro-criptomonedas de Trump y el nombramiento de un nuevo presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), junto a otros funcionarios favorables a las criptomonedas, han impulsado el mercado.
Un repunte récord de BTC que ha sido un salvavidas para Bukele, haciendo que su apuesta por BTC se haya convertido en una historia de éxito para el presidente.