La tecnología detrás del euro digital es un híbrido que combina sistemas centralizados para la liquidación y tecnologías de contabilidad distribuida (blockchain) para ciertas funcionalidades, especialmente pagos offline y programabilidad. Es decir, no se trata per sé de una criptomoneda a nivel de funcionamiento, a pesar de que se les compare e, incluso, se considere que las monedas digitales de banco central (CBDC) son la respuesta de los bancos centrales ante la popularización de Bitcoin y las stablecoins.

Pero, veamos a mayor detalle. A nivel de liquidación, el euro digital utilizará un sistema gestionado directamente por el banco central (BCE) y el Eurosystem, que incluye los bancos centrales nacionales de la zona euro. Según las autoridades, esto permitirá que el euro se integre a otras infraestructuras de pago que ya existen, como el sistema de liquidación instantánea TARGET (TIPS).

Entre los detalles de su funcionamiento que generan desconfianza entre los bitcoiners, está el hecho de que este sistema centralizado implicaría que el Eurosystem mantendrá un registro central de todas las transacciones. Esto, a la larga, podría significar un mayor control sobre la información financiera de los usuarios e, incluso, como ocurre en algunos sistemas bancarios tradicionales, en censura.

Aunque el sistema principal será centralizado, el BCE ha experimentado con tecnologías como los libros de contabilidad distribuida. Entre los posibles casos de uso está la emisión y distribución instantánea de euros digitales en este sistema. También han probado este sistema para hacer transacciones seguras sin conexión a internet, lo que es crucial para áreas con limitada conectividad.

A nivel de usuarios, el euro digital funcionará a través de wallets, es decir, aplicaciones monetarias. Estas serán accesibles en dispositivos como teléfonos móviles o tarjetas inteligentes, proporcionadas por bancos comerciales y proveedores de servicios de pago supervisados. En este aspecto, se ha especulado que el euro digital podría tener el objetivo de disminuir la presencia de operadores como Visa o Mastercard en el procesamiento de transacciones financieras.

Según las FAQs del BCE, los usuarios podrán realizar pagos instantáneos en línea, en tiendas físicas usando tecnología NFC (sin contacto), o entre personas, incluso sin conexión a internet. Para los pagos offline, se utilizarán tecnologías como chips seguros, aunque no especifican cómo se llevará a cabo la contabilidad bancaria de estas transacciones. Estas carteras estarán respaldadas 1:1 por el euro físico.

Aunque la tecnología exacta aún no está completamente definida, el BCE está en la fase de preparación (iniciada en noviembre de 2023) para finalizar los detalles técnicos y elegir a los proveedores de tecnología. Según el informe de progreso de diciembre de 2024, se han concluido llamadas para seleccionar proveedores de componentes y servicios del euro digital, con resultados esperados en 2025. Se espera que el sistema esté listo para pruebas en vivo hacia finales de 2025, con una posible decisión de emisión posterior a la finalización del marco legal por parte de la Unión Europea.